Salud de la cocina japonesa

Japón es el país más longevo del mundo y además con una esperanza de vida saludable. Ya hace varios años que se realizan estudios serios para entender que es lo que la produce: la alimentación de la mayoría de los japoneses.

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Está claro que no solo los japoneses se alimentan a diario de sopa de ramen, tempuras y sushi. Hay muchísima más variedad en su alimentación aunque es muy diferente la dieta de los japoneses de las ciudades de estos últimos años que la dieta que se consumía en Japón en los años 1970’s del siglo pasado.

Multitud de estudios citan la mejor dieta es la de los alrededores de los años 70’s, en donde había la posibilidad de consumir variedad de alimentos ya que fue este un período de bonanza económica tras las II Guerra Mundial y anterior a la entrada de la alimentación occidental en el mundo nipón.

La bien llamada Dieta de 1975 se caracterizaba por:

  1. Variedad de ingredientes. Lo ideal es que hubiera más de tres platos diferentes, entre principal y acompañantes.

  2. Elaboración: Se consumían los alimentos guisados, cocidos al vapor o crudos, seguidos de los hervidos y los asados. El consumo de platos fritos y salteados era muy escaso. Por ejemplo es mejor consumir los pescados azules crudos que fritos ya que pierden muchos de sus beneficios y se le añade, en este caso, los aceites de las frituras.

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3. Tipos de alimentos: Legumbres, pescados y mariscos, tubérculos y raíces, verduras, frutas, algas, setas y té eran los más consumidos, mientras que los huevos, los lácteos y la carne se tomaban con moderación.

4. Condimentos: En esos años se aprovechaban los caldos, así como los condimentos fermentados: salsa de soja, miso, vinagre, mirin y sake. El consumo de sal y azúcar era mucho menor.

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5. El menú estándar: una sopa y tres platos pequeños, uno principal y dos acompañantes, además de arroz, considerado el alimento principal. Lo bueno de esta forma de alimentarse es que permite un sinfín de combinaciones.

De aquí surge que en la comida tradicional japonesa se disponga la mesa con multitud de pequeñas bandejas, fuentes y platillos.

Con técnicas de cocinado ligeras y alimentos que se degustan en crudo esta cocina cumple los cánones healthy. Tampoco abundan las salsas ni el exceso de aceite por lo que comer en un restaurante de este tipo es una de las opciones más saludables cuando salimos de casa.

Por ejemplo las algas, raras en occidente, son ricas en fibra, calcio, hierro y múltiples vitaminas. Hay estudios preliminares que sugieren que ciertos polisacáridos llamados fucoidanos, que generalmente se encuentran en las algas pardas como las kombu y wakame, pueden tener propiedades anticancerígenas.

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La opción del sashimi, libre de hidratos de carbono como el arroz del sushi, es ligera y si se acompaña de una ensalada o Edamame (habas de soja al vapor), perfecta.

Y ante todo quisiera remarcar otra vez que las cantidades de comida se ayudan de una serie de bandejas, platos y platillos pequeños que hacen que no haya excesos en el estilo de comida de Japón. Ver colección Kioto de esta web.

La práctica de la filosofía Zen en Japón ha ido pareja a la forma de alimentarse, donde “el menos es más” y esto ha ayudado a que este sea un país con la menor obesidad del planeta. El Zen ayuda a superar la permanente sensación de deseo y el sufrimiento, de ese modo se alcanza un estado de paz y bienestar. Estos objetivos, volcados en la nutrición, son los que darán lugar al desarrollo de la contención, elementos fundamentales del budismo zen, nos permitirán alcanzar finalmente la sobriedad.

Estética toda. Gula ninguna. Salud total.

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